Estamos en crisis, pero no de esas que se leen en los periódicos y se observan desde la lejanía del sillón del salón. Sentados el domingo, en la verdadera liturgia del españolito actual: leer la prensa. Primero sección de deportes, seccion de sociedad, suplementos, internacional. Puede que, si nos sentimos de un humor especial, también ojeemos economía.
Como digo, esas otras crisis no dejaban de ser tinta en un periódico hablando de algo tan lejano como los problemas bancarios de Japón o la posible recesión en Alemania. Ahora es diferente. Nos hemos encontrado sin quererlo y sin estar preparados para ello con el final de los 7 años de vacas gordas. Ni fueron 7 ni estaban tan hermosas las vacas bíblicas, todo sea dicho. Del millón de nuevos parados en un país donde ese ya era el gran problema (ETA mediante), ¿Cuántos están preparados y cuántos simplemente llevados por el optimismo y el desconocimiento de la complejidad del marco económico en el que se encontraba la coyuntura del momento, pidieron el deseado crédito hipotecario?
En España la crisis significa no seguir pagando el crédito. Por lo que si hay crisis, mejor que también la sufra el vecino. El banco no se va a apiadar de un pobre moroso como yo. Recemos para que 300.000 en la misma situación hagan repensar políticas crediticias y ejecuciones automáticas de avales. Porque, contrario a lo que "absolutamente y sin excepción" todo el mundo tenía el gusto de repetirme, un piso no es siempre una inversión segura. No, no lo es. Un piso es un objeto sujeto a la economía de mercado, como la mano de obra del trabajador o la cobertura dental.
Curiosa la forma de pensar de muchas, por otra parte honradas, personas. ¿Cómo se va a hundir la construcción? Si eso pasa, se hunde el país. Al menos no iban del todo descaminados en eso. Y yo me pregunto ¿Qué clase de optimismo financiero-religioso hacía suponer a la gente que las cosas no se pueden torcer de repente y las aguas del mar muerto cerrarse justo cuando hacemos nuestra personal travesía por esta vida terrenal? ¿No lee la gente historia? Porque las crisis son en la historia como las piedras en un camino...de piedras: inevitables y presentes dondequiera que mires. Y aun así la gente mira el paisaje de alrededor y pretende estar andando sobre la hierba.
Ahora todo es quitarse ese molesto pedrusco que se ha colado en nuestro zapato. Enfocados en ello perdemos la visión global. ¿Qué me importa lo demás si mi trabajo y mi casa están al borde del precipicio y con él mi vida? De nuevo el mismo error que en el párrafo anterior. Porque no ver la crisis venir y pretender que el apocalipsis acecha a la vuelta de la esquina son las dos caras de la misma moneda. La total indiferencia por lo que sucede en el mundo exterior que adolece el hombre y mujer medio de la sociedad media-mediocre que estamos creando. Lo que me preocupa es que unos cuantos se han dado cuenta de la clase de pan y circo que esa sociedad demanda a cambio de someterse al libre albedrío de esa élite de rapaces.
Mientras Cesar gana batallas sus arcas están repletas, sus soldados mueren, pero eso es algo lejano que importa, si acaso a sus mujeres, sus padre o sus hijos si los tuvieren. El pan y el circo llega al pueblo que por otro lado no demanda mucho más. Quizás vino para humedecer ese pan. Y si lejos quedan los soldados muertos, no hace falta ni hablar de los pueblos sometidos por el Cesar. No existen, y cuando digo eso, es porque ni siquiera sus nombres están en las mentes de la plebe. Cesar esta batallando en el norte, en oriente, al otro lado del Marenostrum.
Saber que los rusos tienen terroristas en Chechenia (que no sabemos bien si es un país, una antigua republica de la extinta URSS o una región dentro de Rusia) o que hay piratas cerca de Somalia no nos convierte en eruditos. Son pinceladas de todo aquello que desconocemos, no de nuestros saberes. La verdadera diferencia en esta analogía con 2000 años de diferencia se encuentra en lo que la gente tiene ahora a su alcance. Una infinita y suficientemente diversificada fuente de información como para no ser un producto manipulado por jerarquías conocidas o desconocidad. El poder del voto y de la comunicación. No solo conocer, también transmitir es importante. Hacer partícipes a los demás de las propias opiniones, de las dudas y de los deseos de cambio. Dejar que el pasivo sea solo un tiempo verbal y no la mejor palabra para describirnos. Una persona, un líder.
Pero para liderar hace falta criterio. Eso le pido al año nuevo. Que la gente empieze a dejar de delegar en otros su destino y se interese por algo más que su hipoteca. Que la gente empiece a tener criterio.
P.D.: Peor o mejor, la crisis pasará en España, en Europa o en Estados Unidos. Porque esa es la clave. En el mundo desarrollado las crisis son coyunturales. En el resto del mundo no solo se perderan casas por culpa de creditos inasumibles. El que solo come un cuenco de arroz al día no puede permitirse que su precio se doble de la noche a la mañana. Allí perderán algo más que la calificación crediticia.
Como digo, esas otras crisis no dejaban de ser tinta en un periódico hablando de algo tan lejano como los problemas bancarios de Japón o la posible recesión en Alemania. Ahora es diferente. Nos hemos encontrado sin quererlo y sin estar preparados para ello con el final de los 7 años de vacas gordas. Ni fueron 7 ni estaban tan hermosas las vacas bíblicas, todo sea dicho. Del millón de nuevos parados en un país donde ese ya era el gran problema (ETA mediante), ¿Cuántos están preparados y cuántos simplemente llevados por el optimismo y el desconocimiento de la complejidad del marco económico en el que se encontraba la coyuntura del momento, pidieron el deseado crédito hipotecario?
En España la crisis significa no seguir pagando el crédito. Por lo que si hay crisis, mejor que también la sufra el vecino. El banco no se va a apiadar de un pobre moroso como yo. Recemos para que 300.000 en la misma situación hagan repensar políticas crediticias y ejecuciones automáticas de avales. Porque, contrario a lo que "absolutamente y sin excepción" todo el mundo tenía el gusto de repetirme, un piso no es siempre una inversión segura. No, no lo es. Un piso es un objeto sujeto a la economía de mercado, como la mano de obra del trabajador o la cobertura dental.
Curiosa la forma de pensar de muchas, por otra parte honradas, personas. ¿Cómo se va a hundir la construcción? Si eso pasa, se hunde el país. Al menos no iban del todo descaminados en eso. Y yo me pregunto ¿Qué clase de optimismo financiero-religioso hacía suponer a la gente que las cosas no se pueden torcer de repente y las aguas del mar muerto cerrarse justo cuando hacemos nuestra personal travesía por esta vida terrenal? ¿No lee la gente historia? Porque las crisis son en la historia como las piedras en un camino...de piedras: inevitables y presentes dondequiera que mires. Y aun así la gente mira el paisaje de alrededor y pretende estar andando sobre la hierba.
Ahora todo es quitarse ese molesto pedrusco que se ha colado en nuestro zapato. Enfocados en ello perdemos la visión global. ¿Qué me importa lo demás si mi trabajo y mi casa están al borde del precipicio y con él mi vida? De nuevo el mismo error que en el párrafo anterior. Porque no ver la crisis venir y pretender que el apocalipsis acecha a la vuelta de la esquina son las dos caras de la misma moneda. La total indiferencia por lo que sucede en el mundo exterior que adolece el hombre y mujer medio de la sociedad media-mediocre que estamos creando. Lo que me preocupa es que unos cuantos se han dado cuenta de la clase de pan y circo que esa sociedad demanda a cambio de someterse al libre albedrío de esa élite de rapaces.
Mientras Cesar gana batallas sus arcas están repletas, sus soldados mueren, pero eso es algo lejano que importa, si acaso a sus mujeres, sus padre o sus hijos si los tuvieren. El pan y el circo llega al pueblo que por otro lado no demanda mucho más. Quizás vino para humedecer ese pan. Y si lejos quedan los soldados muertos, no hace falta ni hablar de los pueblos sometidos por el Cesar. No existen, y cuando digo eso, es porque ni siquiera sus nombres están en las mentes de la plebe. Cesar esta batallando en el norte, en oriente, al otro lado del Marenostrum.
Saber que los rusos tienen terroristas en Chechenia (que no sabemos bien si es un país, una antigua republica de la extinta URSS o una región dentro de Rusia) o que hay piratas cerca de Somalia no nos convierte en eruditos. Son pinceladas de todo aquello que desconocemos, no de nuestros saberes. La verdadera diferencia en esta analogía con 2000 años de diferencia se encuentra en lo que la gente tiene ahora a su alcance. Una infinita y suficientemente diversificada fuente de información como para no ser un producto manipulado por jerarquías conocidas o desconocidad. El poder del voto y de la comunicación. No solo conocer, también transmitir es importante. Hacer partícipes a los demás de las propias opiniones, de las dudas y de los deseos de cambio. Dejar que el pasivo sea solo un tiempo verbal y no la mejor palabra para describirnos. Una persona, un líder.
Pero para liderar hace falta criterio. Eso le pido al año nuevo. Que la gente empieze a dejar de delegar en otros su destino y se interese por algo más que su hipoteca. Que la gente empiece a tener criterio.
P.D.: Peor o mejor, la crisis pasará en España, en Europa o en Estados Unidos. Porque esa es la clave. En el mundo desarrollado las crisis son coyunturales. En el resto del mundo no solo se perderan casas por culpa de creditos inasumibles. El que solo come un cuenco de arroz al día no puede permitirse que su precio se doble de la noche a la mañana. Allí perderán algo más que la calificación crediticia.
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