Nov 30, 2011

Costumbres Religiosas y Sociedad Civil

      Esta semana Puli ha sido una ciudad vegetariana por obra y gracia de la religión. La gran mayoría de restaurantes y comercios han abandonado carnes y pescados por un tiempo. Para aquellos que se lo pregunten, no, Mcdonnalds no ha cerrado, tampoco lo ha hecho KFC. El motivo, una celebración local que tiene lugar cada 3 años. Más concretamente una de carácter budista, religión muy extendida en Taiwán pero que me atrevería a decir no es mayoritaria. 
         Esa es una de las bellezas de este país, entre otras muchas libertades, está la de credo. No existe aquí una corriente dominante como la católica en España que intente mediante subterfugios invadir la actividad civil de los ciudadanos. Varias religiones coexisten pacíficamente sin que a nadie parezca importarle demasiado a cual pertenece o deja de pertenecer esta o aquella persona. Budistas, protestantes, mormones, católicos, religión tradicional China...ninguna parece amenazar al resto y, lo que es más importante, ninguna es percibida como tal.
       La gente aquí no es consciente de que esta es una de las perlas de Asia, probablemente el país más cercano a lo que la tradición occidental considera una democracia. Indudablemente joven, la de Taiwán parece, con todos sus problemas, increíblemente vigorosa. Hasta tal punto que para el ciudadano occidental desconocedor de las leyes aquí, suele funcionar asumir que son como las de un país cualquiera de la Unión Europea. No hay sorpresas extrañas que lleven a una condena por latigazos o fuertes multas por, digamos, escupir en la calle. La gran mayoría de la gente piensa que eso está mal y parece ser suficiente como para que las cosas funcionen pero hay que decir que algunos deciden hacerlo a pesar de todo. Tampoco está tan encorsetada como la coreana o la japonesa. Digamos como ejemplo que aquí la gente se comporta en el metro pero no hasta los extremos de Japón donde más que desplazarse al trabajo queda la duda de si por error estamos en una comitiva fúnebre y hablar ofendería al muerto.
     Dicho lo anterior, volvamos al tema vegetariano. Debo decir que personalmente me gusta ese tipo de comida. Dada la tradición budista no solo local sino en toda la isla, la riqueza de ese tipo de alimentación excede a lo que uno tiene asumido como vegetariano en España, esto es, comida un tanto triste que al buen comedor suele dejar con la sensación de que ha faltado algo. Dicho de otra forma, no se echan de menos carnes y pescados si se es vegetariano aquí. Abundan los pseudo filetes de pollo, ternera o pescado hechos con productos de soja y similares que no tienen tanto que envidiar a muchos de los que se pueden encontrar en los estantes de un Carrefour con la pretendida etiqueta de auténtica carne de esto u aquello. Por lo tanto no es el tema de la calidad o los gustos lo que estamos tratando aquí. Más bien la imposición aunque sea tácita, no explícita, de una costumbre de unos a otros.
              Podríamos argumentar que el evento no es una sorpresa para nadie. Bien marcada en el calendario, lo inteligente es hacer la compra la semana anterior y guardar la preciada carne en la nevera. Pero eso no solventa la cuestión, solo la evita. Aun recuerdo como mi madre conscientemente evitaba servir carne los viernes de cuaresma en casa incluso sabiendo que ninguno de nosotros era católico, más bien al contrario. Respeto dicha costumbre como una forma de oración, homenaje, voto hacia dios, pero gente como mi madre ha perdido el norte en este caso, convirtiendo en principal lo accesorio, como tantas veces sucede en la religión. Lo importante aquí sería la renuncia voluntaria a algo que nos gusta como ofrenda al dios de cada uno. No comer carne un viernes porque hay otra comida en la mesa o porque se nos olvidó comprar el filete el día anterior no agradaría a ningún dios que se preciara de serlo. 
            Siguiendo la linea argumental, eliminar carne y pescado del menú de los colegios de Puli, a los cuales no solo asisten niños de una determinada creencia, porque las autoridades religiosas locales quieren festejar su propia fe, es una actitud fútil con respecto a la deidad de turno e injusta con el resto de mortales. Todo creyente, y más si ostenta algún tipo de cargo en la comunidad, debe ser consciente de que cuando se elimina la parte voluntaria deja de ser una ofrenda para convertirse en opresión de unos seres humanos a otros. Ahí está el quid de la cuestión y donde empieza la verdadera discusión para lo que todo lo anterior era solo una introducción.
           Este lugar es relativamente ajeno a lo que está pasando ahí fuera. Los conflictos que asolan al mundo, fundamentalmente en África y Asia llevan el marchamo religioso. Todos ellos permanecen enquistados en los corazones de cientos de millones de personas y en casi todos se ha acabado por olvidar las razones iniciales. ¿Por qué? Porque en los conflictos étnicos y religiosos no suele haber un casus belli sino una escalada imperceptible de hostilidades de unos a otros. El gran error de quien tiene la enorme responsabilidad de gobernar es no ver antes que el común ciudadano los gérmenes aquí y allá de futuros conflictos. El verdadero estadista debe constantemente usar la llamada "mano izquierda" para desactivar potenciales conflictos donde el resto solo ve expresiones de fervor religioso, étnico o incluso exacerbación del equipo de fútbol local.
         Los que hayan leído hasta aquí estarán pensando: "¿Pero qué dice este hombre? Nadie está impidiendo a nadie nada, la gente sigue la costumbre solo por voluntad propia. Al final es solo una semana y la comida vegetariana es bastante saludable." Rotundamente sí a todo eso. Pero es mejor hacer una defensa de una linea de pensamiento cuando la gente no está nublada por lo divino y es capaz de ver más allá de las convicciones personales. Nadie debe ver un ataque a esta o aquella religión aquí, porque los motivos son demasiado triviales. Sin embargo los más y los menos podrán apreciar la peligrosidad de extender las leyes divinas que gobiernan las relaciones de cada uno con dios al mundo de las leyes civiles que manejan algo tan diferente como las relaciones entre los hombres y las mujeres. Las cosas no pasan del blanco al negro porque sí. Se exige un periodo de transición en gris que es la tela de araña que algunos aprovechan para usar la buena fe de todos en persecución de metas más espurias.
            Si una mujer no quiere conducir porque su dios no se lo permite es una opción personal que respeto hasta sus últimas consecuencias. Me opongo y opondré siempre a sancionar tal comportamiento con una ley que impida a todas las mujeres de un país conducir o mostrar su rostro o ir al doctor solas porque el dios de la mayoría no lo considera oportuno. Si tu religión considera inaceptable las transfusiones de sangre acepto de buen grado que por tu conciencia decidas morir antes de recibir una. Me opongo a que nadie extienda dicha creencia más allá de los límites de su propio cuerpo como ser humano capaz de racionalizar las cosas y mayor de edad.

Mar 17, 2009

Es spam o no lo es

Dejando a un lado los trascendentales asuntos del mundo, hoy me preocupa un tema de lo más terrenal: el spam o correo no solicitado, o correo no deseado para ser más precisos.
No deseado porque, como la mala hierba del patio de atrás, continúa creciendo y creciendo y acaba por impedirnos el acceso al resto del jardín.
Acabada la metáfora, debo reconocer que hasta ahora me he encontrado más o menos libre de tamaña lacra. No así aquellos que poseen una dirección de correo más o menos oficial, que aparezca listada por ejemplo en la página web de una universidad. Sorprendente y horrorosa la experiencia que un poseedor de una cuenta de correo de ese tipo debe atravesar cada mañana cuando comprueba su correo. Obviamente la famosa pastillita azul se lleva la palma, junto, como no, los alargamientos naturales o no, de pene. Me da por pensar que mi mujer haya estado hablando sobre mis más íntimos detalles con alguna completa indiscreta y alguien se ha apiadado de ella y le envía amablemente la solución a su particular y personal vía crucis erótico-festivo. Aprovecho la ocasión, como no, para negar total y absolutamente la pertinencia de los mismos.
Pero no nos descentremos del tema. Aunque daría para un artículo el debate sobre por qué no se ofrecen tantas operaciones de pecho como aumentos de pene en el spam mundial.
Algunos dirán que en caso de recibir un correo no deseado, con no leerlo problema solucionado. En mi opinión es mejor hacérselo saber al emisor. Pero si se reciben cientos de correos al día la tarea resulta inviable y, la verdad sea dicha, para uno que devuelves con tu queja adjunta, resulta que has matado una mosca a cañonazos y te has excedido. Y aprovecho para decir que me acaba de suceder y no daré más detalles.
Lo cual me lleva a enlazar con algo mucho más interesante. ¿Pero quién manda todos esos correos? Si es ilegal ¿No se les puede enviar a la carcel? No, porque el verdadero spam no viene del pequeño empresario que aprovecha unas cuantas direcciones de correo más o menos conocidas para darse a conocer en busca del preciado cliente. El verdadero spam se origina en el ordenador de tu vecino, tu amigo o de la empresa donde trabaja tu padre. ¿Cómo así? Sin entrar en números, que están por ahí, bastante accesibles por cierto, un elevado porcentaje de los ordenadores personales del mundo cuenta con un virus o troyano que lo convierte en lo que se ha dado en llamar un robot. Básicamente se trata de un ordenador que está dormido hasta que la organización (mayoritariamente de los países del este) que lo ha infectado lo "vende" al anunciante como foco generador de emails ofertando aparataje sexual variado y demás extravagancias. En el camino, se ha perdido el trazo a la mafia que secuestro cientos de miles de ordenadores por todo el mundo y el anunciante puede aducir que compro un servicio legal de envio de correos, sin preocuparse de cómo serían generados o enviados.
¿Es mi ordenador uno de esos robots? ¿Cómo se ha podido infectar?
A la primera pregunta se puede responder comprobando si el tráfico saliente se corresponde con nuestra actividad online o parece ir por su cuenta. Aunque lo ideal para ello es un software tipo Wireshark, que aparte de contar con licencia GPL (algún día contaré que es esto, pero ya puedo avanzar que es mejor que el sello Idiazabal o la marca de Microsoft, para el software), permite analizar el tráfico entrante o saliente de nuestro ordenador. En todo caso, para los profanos es bueno mirar en el icono de red junto al reloj. Si se enciende cuando no navegamos "puede" ser un mal indicio (también puede ser que el antivirus o windows se esten actualizando). En todo caso nada nos salva de simplemente estar infectados pero dormidos a la espera de ser activados.
El mayor foco de infección está con mucha distancia en los correos graciosos que circulan de escritorio a escritorio dejando un rastro de sonrisas y virus tras de sí. El siguiente es visitar páginas web no deseables y descargar archivos a través de P2P.
En resumen, lo más entretenido de internet es lo más peligroso.
Mi valioso consejo: los ordenadores no son tan caros y las cuentas de correo son gratuítas. Lo mejor es separar ocio y trabajo. De ahí mi mala leche de proporciones bíblicas cuando recibo correos ociosos y/o graciosos en mis cuentas de trabajo.

Jan 23, 2009

No todo en el P2P es tan bueno

La siguiente entrada de mi blog viene motivada desde la preocupación y la responsabilidad. Como fiel usuario de internet desde hace muchos años, soy firme defensor de todo movimiento que sirva para facilitar el acceso a la información al mayor número de personas posibles. Veo internet como la gran posibilidad de cerrar la brecha entre los afortunados del primer mundo y los que no las tienen todas consigo. Si bien parece que como siempre, una mayor formación garantiza estar en la vanguardia de las nuevas tecnologías y por tanto sacar el mayor provecho de las mismas, como buen romántico me gusta pensar que internet puede ser una suerte de "Nuevo Sueño Americano". Eso que tanto gusta en las películas de Hollywood. Un desheredado y sin posibilidades triunfa por su tesón y sus capacidades, contra los goliats de padres ricos y universidades de postín.
Hoy en día hay un gran movimiento por el software libre y los recursos accesibles sin necesidad de pagar por ello. La licencia GPL o la Wikipedia, sin olvidar a la comunidad Linux o Sourceforge son el mejor ejemplo de ello. Pero la gran herramienta de acceso a medios y conocimientos es sin duda el P2P. Redes donde se comparte todo y a donde recurrir en última instancia para obtener ese libro que ya no se encuentra o incluso la última distribución de Linux...y más cosas.
Aquí empieza la tragedia. El gran problema de la mayoría del software P2P es que comparte aquello que deseamos pero también aquello que estamos descargando. Sin saber si el contenido es bueno o malo, servimos de puente para extender los denominados archivos "fakes" en su acepción inglesa. Aquellos con un nombre que no coincide en absoluto con su contenido. En la mayoría de los casos esto solo supone un engorro hasta encontrar el verdadero contenido deseado y no las poesías de Jorge Manrique penósamente fotocopiadas de un libro de texto vetusto como el propio autor. Pero, y esto es lo que me ha sucedido a mí, a veces ese contenido falso puede ser algo mucho más devastador. Archivos con contenidos pedófilos circulan por las redes P2P y queramos o no, podemos estar contribuyendo a su difusión con el simple hecho de estar descargándo un archivo "fake". El problema es que solo cuando tenemos el archivo descargado podemos comprobar su contenido. En algunos casos se puede ver parte del mismo antes de finalizar el proceso, pero aun así hemos contribuído a la propagación del mismo, sea en sus 10 primeros megabytes, sea en sus 300 primeros kilobytes.

Por mi parte, dos hechos se deducen de mi traumática experiencia:

Primero: No basta con borrar el archivo y maldecir a los muertos de alguien. Como sucede a veces en los accidentes de tráfico, muchas veces nadie llama a la policía pensando que ya lo hizo otro. Por mi parte recopilé cuantos datos pude sobre el archivo (el título no es suficiente, mejor recabar servidor al que estábamos conectados al recibir el archivo, filehash o enlace eD2K, IP propia para localizar a nuestro proveedor y que la policía tenga más datos con los que seguir la pista...). Aunque no vivo en España, mandé todo ello al correo que la guardia civil tiene habilitado para ello delitostelematicos@guardiacivil.org (también se puede visitar su página https://www.gdt.guardiacivil.es/colabora.php ).

Segundo: Me abstengo de usar el software Emule o eDonkey. Me propongo buscar otra opción en la que se pueda separar lo que se decide compartir de aquello que se está descargando para evitar volver a ser partícipe de algo así. Debemos recordar todos que una vez sabido que esto puede suceder no se nos puede llamar involuntarios copartícipes. Compartir una película o canción puede ser reprobable (bueno, en España el debate está abierto, pero por ahora parece que la balanza se inclina hacia los internautas usuarios del P2P), pero ahora estamos hablando de cosas más seria que la SGAE.

Me despido por hoy deseando al menos que por una vez mi entrada sirva para algo más que dormir al osado lector y esperando que por lo menos hableis del tema con otros para que cada vez más gente sea consciente de esta lacra.