Jul 7, 2007

Sanfermines

Ayer fue el chupinazo en mi querida y a veces denostada Pamplona. Por primera vez en 15 años me encuentro lejos en tan marcada ocasión.
Trato de eludir toda la información que se cruza en mi camino referente a las fiestas. Ahora empiezo a sentir un poco esa morriña a la que aluden los gallegos de ultramar cuando el tiempo parece que se detiene con el único objetivo de hacer más larga la espera hasta retornar con los tuyos.
La gran diferencia es que ya no tiene sentido hablar de un retorno. Ahora los míos están aquí, aunque sea más propio el singular en este caso puesto que mi nucleo familiar lo forman 2 personas, contandome a mí.
Como en su día hice al marcharme a Pamplona desde la Tudela de mi infancia y adolescencia, lo propio ahora es ver este país como mi casa lo antes posible. Igual que cuando al clavarse una astilla de madera es mejor una pronta y rápida extracción. Aunque todo el cuerpo nos pida hacerlo poco a poco regulando el dolor, acaba imponiéndose el método expeditivo. Será esa tendencia innata del hombre a la violencia...
En realidad no me quejo de mi situación actual. Soy feliz con mi mujer y mi vida está, momentáneamente libre de sobresaltos. Pero la espada de Damocles en forma de incertidumbre para el futuro se cierne sobre mi cabeza desafiante. Aun quedan cabos que atar hasta poder decir el tan perseguido y deseado "ahora sí, ya puedo descansar, la maquinaria está en marcha y a pleno rendimiento". Quizás haya hecho lo más complicado, venir aquí, terminar mis estudios, casarme, incluso mi primera inmersión en el idioma chino. No cabe duda en cualquier caso de que no puedo referirme a lo que todavía queda como simples flecos. Si mi bagaje intelectual se encuentra debidamente provisto, no puedo decir lo mismo del de tipo material, que en estos momentos se reduce al contenido de un par de maletas, que puedo llamar mías.
Sí, efectivamente, estoy casado y lo que es mío es de mi esposa y viceversa. Desde ese punto de vista las cosas mejoran, pero me resisto al actual status, por más que mi querida Hsiao Ping siempre se preocupe por hacerme sentir cómodo en esta mi situación actual.
Supongo que como en los 6 meses anteriores, en los próximos 6 meses también experimentaré nuevos cambios que dejen estas palabras un poquito más lejos con respecto a mi verdadera situación en la vida. Probablemente no merezca la pena preocuparse en exceso. al fin y al cabo la vida es cambio perpetuo y por mucho que nos empeñemos, no es posible domesticarla para que vaya en la dirección que hemos planeado. Mejor disfrutar del viaje mientras podamos que preocuparnos de una meta que en todo caso indefectiblemente siempre es el deceso.

De todos modos...viva San Fermín, seamos o no católicos.